• ¿Qué son los acúfenos o tinnitus?


     

    La correcta audición determina la calidad de vida de una persona, entendiendo por calidad de vida aquellos factores que favorecen o limitan nuestra funcionalidad y movilidad así como nuestra capacidad para relacionarnos y comunicarnos, que es el área dónde oír mal nos limita.


    Uno de los problemas más comunes a partir de ciertas edades es el acúfeno o también conocido como tinnitus.


    Lo definimos médicamente como “el sonido de timbre u otros ruidos en uno o en ambos oídos” teniendo la particularidad de que ese sonido no es de origen externo, no tiene una fuente ajena a nuestros oídos. Otras personas no lo escuchan y produce trastornos en la comunicación y la interacción con otras personas.

    Los estudios realizados estiman que es un problema mucho más común de lo que podríamos pensar, afectando entre un 15% y un 20% de las personas, especialmente mayores.


    En los casos más graves este pitido agudo (aunque puede presentarse en otras formas o con otras características) puede entorpecer el sueño, la capacidad para concentrarnos o incluso limitar nuestra capacidad para realizar tareas sencillas como ser capaz de oír y entender un programa de televisión.


    Sin embargo la mayoría de los casos no son tan graves ni llegan a esos extremos, es una molestia continua, eso sí.


     
    Diagnóstico y tratamiento de los acúfenos o tinnitus

    El primer paso tras el diagnóstico es encontrar las posibles causas del tinnitus y aquí pueden darse varias posibilidades:

    - pérdida auditiva,
    - infecciones,
    - exposición prolongada a ruidos fuertes,
    - fármacos,
    - cerumen,
    - tumores
    - y otras causas de menor incidencia.


    Y también se han descrito causas no directamente relacionadas con el oído como problemas de columna vertebral, disfunciones mandibulares, hipertensión y tumores cerebrales, entre otras causas.


    ¡No hay que asustarse! Si tienes este problema lo primero es una revisión y, en una alta probabilidad, su causa puede estar en fuentes menores como una pequeña infección, exceso de cerumen o una pérdida auditiva a causa de la edad.


    En personas jóvenes es muy común sufrir esta consecuencia tras asistir a algún evento donde someten sus oídos a ruidos extremadamente fuertes (conciertos) durante un buen número de horas, volviendo a la normalidad tras unas horas de descanso.


    Por último, en algunos casos podría ser necesario una terapia de readaptación o habituación que busca principalmente que seamos capaces de convivir con esta molestia.


    Si el origen es una pérdida auditiva el acúfeno podría disminuir o incluso desaparecer con audífonos.


    En cualquier caso, consulta siempre con tu médico de cabecera y especialista.


    Y recuerda, oír no es solo escuchar, también es entender lo que escuchas.


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